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lunes, 2 de mayo de 2016

Sonora Grill Prime




Av. Lázaro Cárdenas 2000, en el Metropolitan Center, Col. Valle Oriente, San Pedro

Precios: altos (desde 170 en botanas hasta 1900 pesos en el corte de carne más caro).

Horario: Lunes a domingo, 1:00 pm a 12:00 am, (viernes hasta la 1:00 am, sábado hasta las 2:00 am)

facebook.com/SonoraGrillPrimeMonterrey

sonoragrillprime.com

Por Santoku

Para disfrutar de un buen corte a la parrilla, aquí en Monterrey no ocupamos mucho: un asador competente, carne de buena calidad y un par de técnicas que todo buen regiomontano nace sabiendo.

Opciones de restaurantes para saborear buena carne asada hay a montones, por lo que Sonora Grill Prime llega a hacerse camino entre un mar de competidores.

Su apuesta, por otro lado, es llegarle a otro gusto de los regios: la comodidad y lo “novedoso”, por lo que esta cadena instaló su sucursal norestense en el nuevo Metropolitan Center, en San Pedro, con una propuesta “gourmet” de cortes de carne en un ambiente exclusivo.




La decoración es soberbia: mesas de madera amplias, con patas hechas de máquinas de coser recicladas (en ocasiones eso impide acomodarte a gusto), asientos acolchonados, cristalería y cubertería de calidad. Se nota que le han invertido, y bien.



Cuentan con área interior y también terraza con bar y vista a... la avenida. Nosotros escogimos afuera, pero si hace calor es mejor quedarse adentro en el clima. La terraza déjenla para una noche de drinks “coquetos”.



En pocas palabras: sí, es un restaurante “high”, “fresa”, o como le quieran llamar, hasta tienen un DJ residente. Eso sí, saben muy bien lo que hacen.

Ahora pasemos a lo que nos importa: la comida. Su cocina es estilo Josper, que significa que la carne es sellada primero en el asador para terminarla después en horno de leña.



La carne la traen de Sonora, donde dicen que se dan los mejores cortes del país. Tienen a tu disposición bellezas como arrachera, rib eye, tomahaw, cowboy, filete, porterhouse, t-bone; desde los 500 grs, 800 grs, hasta el kilo. Si tienes dudas te traen a la mesa los cortes en crudo para que elijas el de tu preferencia, que cocinan en el término de tu elección.

Aunque su fuerte es la carne de res, su menú es bastante variado con botanas, sopas, ensaladas, pastas, tacos entre otras cosas.

Mientras decidíamos qué pedir, botaneamos con los totopos que sirven en un cucurucho al centro, acompañados de frijoles con queso y seis diferentes salsas. Tienen de habanero, piquín, cacahuate, tamarindo... por mencionar algunas.



Pedimos de beber unas cervezas para mitigar el calor. Manejan solamente Grupo Modelo y algunas locales artesanales. Cabe mencionar que en cervezas y mixiología pides de dos en dos: te cobran de una vez dos bebidas y cuando te termines la primera te traen la segunda. (La mía me duró toda la comida... sólo quería una y tuve que pagar por dos).

Al final nos decidimos por un clásico: el rib eye de 800 grs (1010 pesos), para compartir, asado a término medio. Como guarnición escogimos una papas prime, que traen tocino, parmesano y queso amarillo, así como unos champiñones al ajillo.



El ribe eye llegó en el término solicitado, de hecho el mesero lo corta frente a ti para que le des el visto bueno. Lo traen sobre un miniasador para que no se te enfríe y pierda su encanto.

De sabor quedó muy bueno: sabe a carne, como debe ser, sin tanta sazón agregada. Venía muy bien marcado en la parrilla y de buena consistencia.

Sobre las guarniciones, en la papa los toppings estaban muy buenos, pero la papa misma sabía algo desabrida, nada del otro mundo. Los champiñones, ésos sí, estaban excelentes.




Para balancear, pedimos también una ensalada de mandarina (110 pesos), que lleva lechuga, gajos de mandarina, arándanos, queso de cabra y nuez caramelizada. La vinagreta, también de mandarina, es deliciosa.



No podíamos irnos sin probar los postres, y por si no te decides, puedes pedir también que te traigan la bandeja de muestra.



Al final escogimos mejor un cono de nieve de mamey, que también te traen para que escojas. El helado es artesanal, se nota en su sabor.



¿Volveríamos? La verdad sí, pero no por cuenta propia. El lugar es hermoso, pero sus precios no son nada amigables salvo que te sobre mucho el dinero. Y la comida, aunque es sabrosa, no es tan espectacular para llegarle a lo que pagas. Te cobran más bien el costo de crianza y traslado de la carne y el valor agregado del lugar (ambiente, DJ, muebles caros, etc.). Quizá regresemos para festejar una ocasión especial, para cerrar algún negocio de altos vuelos o para echar un drink con algún amigo al que le dé miedo ir a un bar cualquiera.

Recomendamos: Cualquier corte de carne es de altura y cocinado a la perfección, ya depende si quieres algo con más grasa (y sabor) como un rib eye, o algo magro como el filete. La ensalada de mandarina es otra joyita.

Fue una comida agradable en Sonora Grill Prime. Pese al calor y las mesas extrañas, estuvimos muy bien atendidos y la calidad de su cocina quedó demostrada. En un lugar como éste es inevitable estar... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

P.D.: En esta ocasión, su servilleta cumplió años. Aquí lo festejamos. (De los mejores brownies con nieve que he probado).



jueves, 24 de septiembre de 2015

Abuela Victoria



Galena 1018-3, entre Hidalgo y Ocampo; Centro, Monterrey

facebook.com/AbuelaVaca

Precios: medios (aprox. 150 por persona)

Por Santoku

Sabor casero y ambiente acogedor, como si te sentaras en tu propia sala, con eso te abraza la Abuela Victoria.

Rebautizado así en honor a la creadora de su sazón (antes se llamaba “Abuela Vaca”), en este café-restaurante se especializan en comida de inspiración española, artesanal, con una pizca grande de cariño.



Y es que lo que está hecho con amor siempre sabe mejor, y así se siente al degustar, por ejemplo, una tortilla de patatas con chorizo español, cuyo sabor es como si saliera directamente de la cocina de unos queridos amigos en Madrid. Viene con pan de ajo y tomates fritos con aceite de oliva, sal y pimienta.




También puedes consentirte con unas crepas saladas con champiñones al pomodoro. No te confundas si parecen enchiladas, pues su sabor es totalmente mediterráneo, con salsa exquisita, garantía de un estómago contento.



La música de jazz suave, los muebles antiguos, los estantes con libros te invitan a quedarte un rato a leer, platicar o disfrutar del ocasional concierto de piano que da algún amigo de la Abuela.



Y para alegrar la tarde, qué mejor que alguna bebida refrescante y dulce. La limonada con hierbabuena, muy rica, quizás un poquito fuerte, y la limonada con guindas rojas, que lleva cerezas, son opciones recomendables para acompañar tu merienda.




Ah, pero no podíamos irnos de casa de la Abuela sin probar alguno de sus dulces secretos. Optamos por el muffin artesanal de chocolate con mermelada de fresa y nieve de vainilla; todo lo hacen ahí mismo y está delicioso, el helado fue lo mejor del postre.



Cuando necesites un rato de paz, visita a la Abuela Victoria, siempre tendrá una ración de comida rica, hecha con esmero y cariño para sacarte una sonrisa.

¡Hasta el próximo corte!...

lunes, 6 de julio de 2015

The Secret Donut Society



Calzada San Pedro Norte 108, Col. Del Valle, San Pedro

facebook.com/thesecretdonutsociety

Precios: medios

Por Santoku

“Declaro mantener vivo el secreto”. Con este juramento uno es admitido en el culto más hermético y dulce del norte de México: la Sociedad Secreta de las Donas.

The Secret Donut Society es una iniciativa muy original que rápidamente se ha viralizado y acaparado la atención tanto de los fans como de los curiosos.

Comenzó vendiendo solamente vía redes sociales, pero ahora ya cuenta con un “local”.

Su cuartel se encuentra sobre Calzada San Pedro, al lado del Vips, en una plaza donde está una mueblería.



Por supuesto, la sociedad no se anuncia en el exterior, uno tiene que entrar y hallar la pista que te invita a pasar al fondo, al sótano, donde está la cámara de los secretos.

Una vez dentro del cuarto blanco, con mínima decoración y sólo una cámara vigilándote (imaginen el confesionario de Big Brother), una voz omnipotente te invita a realizar tu pedido.



El menú está ahí, oculto dentro de un libro de la Revolución Mexicana, con separadores que indican en qué páginas están escondidas las donas que puedes elegir.

Ya que decides, te acercas a la ventanilla y empieza el ritual de iniciación. Aparece un cajón donde depositas tu dinero (al momento sólo se podía pagar en efectivo, pero ya estaban instalando la terminal para tarjeta) y esperas la indicación.

Entonces se abre la puerta secreta e inicias el viaje al fondo del Sancta Sanctorum de la masa frita y glaseada.

Caminas a un cuarto oscuro, laberíntico, lleno de globos y maniquíes, y al final del viaje das con un pedestal donde te espera tu pedido. Lo recoges y regresas por donde viniste, el mismo cajón tiene tu cambio, lo tomas y te retiras.

Te piden entrar sin celular, peeeeero... aquí en Al Filo de la Mesa conseguimos meter una cámara escondida para captar la experiencia:



¿Y las donas? Están muy ricas. La masa no es nada del otro mundo, pero te las dan calientitas y suaves. Lo rico son los topings, que les dan el toque diferente y mucho atractivo visual.



Las hay con manzana, plátano, pedazos de chocolate, M&Ms, tocino, nuez... según la ocurrencia de los maestros secretos de las donas.

The Secret Donut Society es un culto cuyos miembros van en aumento. Viven entre nosostros, se ven como nosotros, pero los hermana el juramento de mantener vivo el delicioso secreto de las donas.

¡Hasta el próximo corte!

domingo, 22 de marzo de 2015

The Food Box



Plaza Tanarah, Vasconcelos 345 Ote L-241 Col. Santa Engracia, San Pedro

Precios: medios-altos

Por Santoku

The Food Box se une a la tendencia (¿o moda?) de restaurantes “casual gourmet” que abrieron sus puertas en los últimos años, principalmente en el área de San Pedro. Se caracterizan por servir hamburguesas, sandwiches y otros platillos clásicos, con un toque diferente y en algunas ocasiones ofrecen creaciones de autor.

Visitamos la sucursal de Plaza Tanarah atraídos por el ruido que hace en redes sociales, con su eslogan de “la hamburguesa perfecta”, a ver si era cierto.

Food Box sirve además sopas, ensaladas y sandwiches, que he escuchado que son bastante buenos. Manejan el concepto de “boxes”, paquetes que se arman con un plato fuerte, una sopa o ensalada y una bebida. En esta ocasión hablaremos exclusivamente de las hamburguesas, que fue lo que comimos.

Éstas vienen servidas en una pequeña bandeja para horno, acompañadas de papas a la francesa sazonadas dentro de un cucurucho de papel. Las acompañan con una mayonesa con chipotle muy rica, aunque si quieres catsup u otro aderezo lo pueden traer, como la mesera amablemente nos ofreció.

Degustamos primero la “Lewis”, que lleva carne molida marinada con receta secreta, queso chihuaha regional, queso cheddar, chipotle-mayo, catsup, aros de cebolla en tempura de cerveza, espinaca orgánica y tomate.




La Lewis pasó la prueba, el marinado de la carne hace que esté jugosa y el sabor es bastante bueno (aunque no sé que tan “secreta” sea la receta del marinado, en otro lugar probé unas tortas de pierna de cerdo adobada y el sabor era muy similar). El aro de cebolla le da un toque muy particular porque el sabor se mezcla con la carne bastante bien. Eso sí, los quesos ni se sienten.

La otra hamburguesa que pedimos fue la “Piper”, que lleva carne con mezcla de chile serrano y miel, queso chihuahua, queso cheddar, tocino, lechuga orgánica, tomate, cebolla y aderezos.



Sobre ésta, fue una decepción. No sabe mal, pero la carne estaba reseca y se desbarataba muy fácilmente, y si no me dicen que tiene serrano no me entero, no pica ni tantito. El tocino lo sentí cocido de más, pasado de punto, y de nuevo los quesos ni se saborean.

Hay tres aspectos clave a evaluar de una hamburguesa, en orden de importancia: sabor, firmeza y presentación. En sabor la Piper apenas pasa, no te provoca nada especial; en firmeza reprueba porque es difícil de comer cuando la carne se cae a pedazos por los lados (mancharse puede ser divertido, es parte de la magia, pero sólo cuando lo que te comes es realmente delicioso), y en presentación sí aprueba, luce apetitosa, de hecho al servírtela te dan ganas de devorarla ya... pero una vez la comes se acaba el sentimiento.

Para desquitar esto pedimos de postre unas malteadas, probamos la de vainilla y la de cookies and cream (originalmente quería la de Bocanegra con chocolate belga... pero no tenían chocolate, fail).

Y fueron otra decepcición.

Aclaro que no tienen mal sabor, el punto es que saben a leche y ya. Nada de rastro de vainilla, si acaso un pedacito de galleta en la otra pero nada de su sabor. Cito la queja tal cual de mi acompañante (que sabe muy bien de lo que habla): “es una patética excusa de malteada”. Nos las tomamos sólo porque nos costaron caro (65 pesos).


Quiero regresar a The Food Box más delante y probar el resto de su menú, tengo la esperanza de que sea mucho mejor, o quizá nos tocó un mal día en su cocina. Pero por ahora, el local y su comida distan de ser “perfectos”: mucha inversión en imagen, pero ya.

¡Hasta el próximo corte!...

miércoles, 14 de enero de 2015

Bourbon Grill



Paseo de los Leones 2857, Cumbres 4° Sector, Monterrey

www.bourbongrill.com.mx

www.facebook.com/bourbongrillmty


Por Santoku.

Hace ya rato que quería visitar este local, sobre todo después de que cerraran el Tommy XXL por el mismo rumbo en Cumbres, cuyo chef ayudó en la creación del ahora Bourbon Grill, aunque ya no esté asociado a este restaurante.

Cuando llegamos estaba vacío, a lo mejor por ser lunes (y por el frío y lluvia bestiales de afuera). Cuenta con una zona de terraza para días que haga mejor clima; por lo pronto nos sentamos dentro.

El sitio estaba tan vacío estaba que tuvimos que preguntar si estaba abierto. Al poco salió una mesera que amablemente se puso a nuestra disposición y nos trajo las cartas.

La sazón del lugar es alemana, sirven hamburguesas, salchichas, cortes de carne de res y puerco; también mariscos y pastas.

Como cortesía, la mesera nos trajo unas rebanadas de pan blanco, suavecito, con salsa holandesa picante, que resultó muy sabrosa.

Ya listos, para picar pedimos unos Potatoe Sticks, que son gajos de papa sazonados con queso parmesano rallado encima. Por la textura y sabor de la papa deduje que son hervidas previamente y las finalizan con una sellada en aceite u horno breve para que queden crujientes por fuera. 

Y sí, por fuera están deliciosos, aunque por dentro les faltaba sabor... aunque por otro lado son mucho más saludables que si estuvieran aceitosos y fritos completamente. Sugeriría acompañarlos con alguna salsa además del queso parmesano, por ejemplo los sumergimos en la salsa del pan y le quedaba muy bien.

Para comer ordenamos un rollo de carne y la hamburguesa Bourbon Grill, que es de roast beef.

El rollo de carne estaba sublime, una milanesa de res en salsa de champiñones envuelta con un relleno de pepinillos y verduras. Mi amigo comentó que no le gustaba que los pepinillos fueran fríos, en cambio a mí me pareció que complementaba muy bien con la carne.



Viene acompañado de espárragos asados que estaban muy ricos, pero mejor estaban las papas al romero, y éste con papas siempre es una combinación ganadora. Además la salsa de champiñones de la carne le daba un plus.

La hamburguesa Bourbon viene muy bien rellena de roast beef, con queso cheddar blanco, holandesa picante y algo de salsa de champiñón. La acompañan con papas sazonadas (para éstas ahora sí trajeron catsup y jalapeños).



Es un platillo hecho para saborear la carne, pues el queso apenas se nota, sólo da textura, y el resto de ingredientes tampoco predominan, pero se complementan muy bien.

Sin embargo, a pesar de que su sabor es exquisito, a la hora de morderla en ocasiones batallé para arrancar la carne. Lo que me gusta de cualquier hamburguesa es que puedas morderla con facilidad y toda la mezcla se deshaga en tu boca, por eso cuando vaya rellena de cortes de carne sin moler (arrachera, sirloin o en este caso roast beef) es muy importantes la colocación de los trozos (para que puedas morder contra las fibras de la carne) y también el punto que tenga, entre más suave y jugosa, mejor.

El hecho de doblar los cortes de roast beef uno sobre otro, aunque ayuda a la presentación, hace que no en partes puedas morder sin dificultad contra las fibras, especialmente al llegar al centro de la hamburguesa. Y también me hubiera gustado que fuera más suave, que se derritiera en mi boca, afortunadamente la salsa de champiñón ayudó a humectarla. 

A pesar de esto, repito que su sabor era delicioso. 

De postre ofrecen nieve, brownies y pasteles. Quería pedir el pastel del día, pero la mesera me dijo que no tenían y amablemente me dio otras sugerencias. Opté por el Baileys Brownie.



¡Y qué agradable sorpresa! Éste viene calientito por dentro, bañado en Baileys y cubierto con nieve de vainilla y con crema. Y por si no es suficiente te incluyen otro shot de Baileys y más nieve y crema al lado por si quieres ponerle más.

Obviamente la "dieta" se fue al carajo y entre mi amigo y yo lo devoramos.

Bourbon Grill es una muy buena opción para comida reconfortante, agradable al paladar, que sientas que llenas. Tengo pendiente una segunda vuelta para probar el resto de su menú; por cierto, también venden salchichas crudas por kilo para darle un toque diferente a tus carnes asadas.

 ¡A comer se ha dicho!