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martes, 7 de marzo de 2017

Robato



Río Amazonas 301B, Col. Del Valle, San Pedro

Precios: medios (comes por aprox. 150 pesos)

Horario: Lunes a jueves de 1:00 pm a 9:30 pm; viernes y sábado de 12:30 pm a 10:00 pm

facebook.com/robatomx

Por Santoku

En nuestras aventuras culinarias hemos probado sushis con varios ingredientes, desde el tradicional pescado, pasando por reinterpretaciones americanas con aguacate, o regioladas con carne asada y trompo. Esta vez, Robato propone una nueva forma de comerlo: en forma de burrito.

Aquí básicamente te preparan un rollo más gordo de lo común, y no lo cortan, sino que te lo sirven envuelto en papel aluminio como si fuera un taco gigante.


Puedes elegir alguna de las propuestas que tienen, o armar el tuyo personalizado, eso sí, los ingredientes son los tradicionales, nada de frijoles, guisados o salsas (cuando oímos hablar de “sushiburrito”, en un principio creíamos que sería un rollo de arroz con contenido mexicanón).

Tienen dos opciones: empanizado (139 pesos) o fresco (129 pesos). Nosotros escogimos esta última.

Para rellenar hay verduras como lechuga, tomate, aguacate, zanahoria, col morada, cebolla encurtida, pepino encurtido, edemames, incluso mango. Y en las proteínas tienen pollo teriyaki, salmón, atún, camarones o tofu; te incluyen dos.




Además puedes agregar algún crunch como furikake, ajonjolí o pedacitos de tocino.



Armamos dos rollos, uno con pollo teriyaki y atún, y otro con salmón y atún. Los ingredientes saben frescos, pero lo más importante es que el arroz y las algas tenían excelente sabor y consistencia, y ésa es la base de un buen sushi. El “burrito” no se te desmorona con la primera mordida, que era uno de nuestros miedos.





Para acompañarlo tienen varios aderezos, nuestros favoritos fueron el Robatioli, el Manwasabi y el Ondori.




De beber tienen refrescos y bebidas embotelladas, algunas japonesas de importación, aunque algo caras.

¿Volveríamos? Sí, la experiencia fue agradable, y queda la espinita de probar la versión empanizada, que de seguro es deliciosa. Usualmente somos puristas en cuanto al sushi, pero ya que cambiaron la presentación, creo que sería válido en este caso ponerse locos con los ingredientes, estaría genial si incluyeran más opciones, incluso tropicalizadas.

Recomendamos: Nos gustó la combinación de salmón y atún aliñados. Sean creativos.

Domo arigato, Mr. Robato, nos dejaste... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

martes, 21 de febrero de 2017

Ikkyu




Av. José Vasconcelos 671 Pte., Col. Del Valle, San Pedro

Precios: medios (alrededor de 200 pesos, salvo que pidas muchas cosas)

Horario: Miércoles a lunes de 1:00 pm a 11:00 pm


Por Santoku

Esta vez decidimos ir a disfrutar lo que anuncian como verdadera cocina japonesa en el Ikkyu, en San Pedro, por Vasconcelos rumbo a Santa Bárbara.

El local está medio escondido, tiene poco estacionamiento en frente, pero si buscas a la vuelta tienen uno propio con amplio espacio.



El menú es muy variado, hay desde sushi, platos de arroz, de fideos, sopas, ramen, teppanyaki, cazuelitas, postres. Opciones no faltan, y puedes armar paquetes.

Además, puedes ver cómo cocinan tu comida al momento en la barra, si estás cerca de ella.



Pedimos para botanear unos edemames, que te los sirven muy abundantes en un plato sazonados sólo con sal. Nada del otro mundo, pero siempre son bienvenidos.




También nos echamos unas brochetitas Yakitori, que son de pollo asado con salsa de anguila. Vienen dos, son pequeñas, están muy ricas, pero sólo hacen que te de más hambre.



Por eso mismo pedimos un Kakiage tempura, para picar entre varios. Éste trae verduras capeadas, bastante apetecibles. Volaron.



Ya era hora de pasar a los platos fuertes. Pedimos del apartado de arroces un Maguro Don, que es arroz gohan (al vapor) con atún fresco bañado en salsa de soya con wasabi y ajonjolí.



Éste tenía un sabor extraño, que iba y venía y nunca pudimos identificar de dónde salía. A lo mejor era el wasabi, quizá habría sido prudente revolver bien el plato primero.

Por otro lado degustamos el Ten Don, que son camarones capeados, con salsa de anguila sobre la cama de arroz.



En éste los camarones están muy ricos, pero una vez que te comes los tres que te incluye sólo queda un plato de arroz con salsa, pierde chiste.

Para llenar probamos los fideos Niku, en estilo soba (fideos delgados). Llevan carne de res, verduras y algas.



El caldo está muy sabroso, concentra todo el sabor de la carne, pero ésta en sí viene en pedazos pequeños y con muchos nervios.

Pedimos una pasta (Okinomiyaki) de res, media orden, pero estamos seguros que hubo algún error. Nunca la encontramos la res, traía hojuelas de pescado, al parecer era la orden grande y además básicamente sabía a pura mayonesa.



Al final nos quedó un huequito para el postre, y el elegido fue el pastel de matcha (té verde), con nieve de lo mismo y jarabe de café encima. Delicioso.



¿Volveríamos? Hasta dentro de un rato. Se ve que saben lo que están haciendo, pero nos quedaron a deber con los platillos que escogimos en esta visita. Además nos tocó un mesero nuevo que estaban entrenando y estuvo claro que se hicieron bolas con las órdenes, nos trajeron cosas que no eran lo que pedimos y al cobrar había cosas de más por acá o de menos por allá.

Recomendamos: Estamos seguros que lo más rico no lo probamos esta vez, pero de esta vuelta nos quedamos con el Kakiage de verduras tempura, las brochetas Yakitori y el pastel de matcha.

Interesante experiencia la que vivimos en el Ikkyu, pero algo faltó. Esperamos que en una visita siguiente ahora sí nos dejen... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

Créditos de fotos: Tony Assad y Al Filo de la Mesa.

martes, 17 de enero de 2017

Yamasan Ramen House



Av. Vasconcelos 345, Col. Santa Engracia, San Pedro, en Plaza Tanarah

Precios: medios-altos (poco arriba de 200 pesos por persona)

Horario: Martes a sábado, de 1:00 pm a 11:00 pm; domingo de 1:00 pm a 5:00 pm. Lunes cerrrado.

facebook.com/RamenMonterrey

www.yamasan.mx

Por Santoku

Por lo general, cuando pensamos en comida japonesa en Monterrey, nos vienen a la mente infinidad de locales de sushi, la mayoría bastante anorteñados. Lugares para degustar verdadero sazón nipón, con más variedad, son pocos en la ciudad. El Yamasan es uno de ellos.

Este restaurante en Plaza Tanarah, que es parte de una cadena con sucursales en la CDMX y Querétaro, ofrece una lista de platillos cocinados al momento, pero su especialidad es el ramen, o fideos japoneses.



Puedes sentarte en mesas afuera, o adentro en la barra frente a la cocina. Como hacía frío, optamos por la segunda y la consideramos una mucho mejor experiencia, es como estar en una fonda japonesa, viendo cómo preparan tus alimentos.




Para beber pedimos una limonada con jengibre, que no está mal, pero yo no le encontré el sabor a jengibre, quizás de manera muy sutil.

Para comer, primero pedimos unas Yaki Gyoza (85 pesos) para compartir, que son cuatro empanadas de carne, totalmente suculentas. El mesero nos explicó cómo preparar la salsa para aderezarlas, con vinagre, soya y chile que ya están sobre la barra.



Como debe ser, aunque batalle, me las comí con los palitos, pero también hay tenedores para aquellos que no sean tan diestros en la tradición oriental.



Ahora sí, a lo que íbamos: el ramen. Nos fuimos por las opciones Yamasan, en tamaño chico (145 pesos), y el Boshu Kakuni, chico también (145 pesos). “Chico” es un decir, porque es un plato sopero tamaño estándar, que te deja bien servido; para los apetitos feroces está la opción grande, que es como para alimentar a una familia pequeña.

El Yamasan es un caldo espeso de cerdo y pollo, más los fideos, verduras como repollo, zanahoria y elote y finos trozos de tocineta. Está riquísimo y reconfortante, aunque el sabor es especiado, se nota mucho el ajo y el jengibre, a nosotros eso nos gustó, pero es algo para tomar en cuenta para paladares más sensibles.



Por su parte, el Boshu Kakuni es un caldo más ligero, de cerdo, y no cualquier corte, sino un exquisito trozo de pork belly que se derrite en tu boca, con sus respectivas verduras y fideos. Estaba tan bueno que al final levanté el tazón y me bebí el caldo... me sentí en un ánime.



El ramen en ambos está justo en su punto, ni muy blando ni duro, se come también con los palillos (o tenedor), pero en la barra también hay cucharitas especiales para ir bebiéndote el caldo.

¿Volveríamos? Claro que sí, es delicioso, además nos falta probar todo lo demás que no es el ramen. Y la experiencia de comer en la barra, viendo trabajar al chef y su equipo de cocineros, le da un plus a la visita.

Recomendamos: El ramen Boshu Kakuni... la verdad cualquiera que pidan es seguro que estará delicioso. Vayan y disfruten.

Arigato, Yamasan, nos dejaste total y completamente... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!....

sábado, 2 de julio de 2016

Koto Sushi Bar




Av. Paseo de los Leones 2300, Col. Cumbres Segundo Sector, Monterrey

Precios: medios (alrededor de 200 pesos)

Horario: Lunes a jueves, de 12:00 pm a 11:00 pm; viernes a domingo de 12:00 pm a 12:00 am

facebook.com/kotomty

www.kotomty.com

Por Santoku

Traíamos antojo de sushi y por fin nos dignamos a ir al Koto Sushi Bar de Leones, muy popular entre nuestras amistades.

En este restaurante presumen ser maestros de los rollitos, aunque también ofrecen otros platillos de la cocina japonesa como arroz, tepanyaki, sopas, etc. Además de la sucursal de Cumbres, tienen otras en las zonas de Sendero, Contry y Linda Vista.



La ventaja aquí es que por un solo precio (189 pesos) puedes pedir y pedir todo lo que quieras del menú, salvo algunas excepciones que vienen marcadas, y las bebidas. Es ideal para cuando traes hambre feroz.

Abrimos el apetito con un tepanyaki de res. La porción es pequeña, que en este caso funciona porque la idea es pedir varias cosas. Las verduras tenían buen sabor, bien caramelizadas, aunque la carne podría haber sido más suave. Lo aderezamos con las salsas de anguila, soya y picante que incluyen al centro de la mesa.




También probamos la sopa miso de mariscos, que no está mal. Hubo discusión sobre qué tan picante es, para mí pica rico, sólo lo justo, pero si son sensibles al picante tengan cuidado.



Un arroz veggie completó la orden, que éste sí sabía un poco quemado, nos pareció que le faltaba sazón.



Ahora sí vamos a lo bueno: los sushis. Los tienen fríos, tradicionales, capeados y empanizados.

De los fríos, los elegidos fueron el Fortuna, que lleva camarón, queso, aguacate y cangrejo afuera, y el Luis Miguel que tiene cangrejo, queso, aguacate, masago y salmón por fuera. No nos quejamos, los remojamos en los platitos que proporcionan para servir las salsas.



Del apartado capeado no fuimos por el Chapa, que es de cangrejo, camarón, queso, aguacate y tampico por encima, y el Villarreal que lo hacen con arroz frito y tiene queso , aguacate y camarón tempura. Los devoramos con gusto también.




Añadimos un rollo empanizado, que fue el Maíz, de cangrejo, queso, aguacate, de nuevo cangrejo por fuera y tampico encima. Estaba crujiente y satisfactorio.



¿Volveríamos? Seguramente sí, aunque amistades nos han dicho que si vas con un grupo grande te atienes a que el servicio sea lento. En este caso la atención fue buena y el mesero estaba pendiente de rellenarnos las bebidas en cuanto lo necesitábamos. Es un paraíso gordo para los amantes de la comida japonesa que no sean muy puristas y le den prioridad al hambre sobre la calidad.

Recomendamos: El Maíz roll y el Villarreal roll fueron los favoritos, pero ya que están ahí, pidan de todo, desquiten bien el precio único del “Koto Loco”.

Con el peor mal del puerco en años terminamos nuestra visita al Koto Sushi Bar. Sí queríamos seguir pidiendo, pero quizá no era lo más prudente. Quedamos llenos, satisfechos y alimentados, realmente... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

P.D.: En nuestra visita olvidamos la libreta de apuntes en el lugar, volvimos por ella y nos la devolvieron amablemente, buen punto a su favor habérnosla cuidado. Sin embargo, la hoja donde hacíamos anotaciones para este post misteriosamiente había desaparecido, ¿qué le habrá pasado? (Por fortuna, existe la memoria, las fotos e internet).

viernes, 4 de diciembre de 2015

Rockin Sushi




Enrique C. Livas 116, Col. Vista Hermosa, Monterrey

Facebook: Rockin Sushi

Precios: baratos-medios (75-150 pesos)

Por Santoku

Antojados de sushi, decidimos darle oportunidad a un sitio nuevo en la Vista Hermosa. Rockin Sushi es una esquina muy agradable, que ofrece sabores japoneses y de otras cocinas de oriente.

El sitio es pequeño, batallas un poco para estacionarte, pero al fin llegas y puedes sentarte en la terraza, más amplia, o adentro, donde el espacio es limitado.

La noche estaba fría, empezamos afuera, pero a la primera oportunidad nos pasamos al interior. Ahí el ambiente es muy acogedor, con luz baja y decoración exótica.

Nos llamó la atención el menú impreso, que es enorme e incluye fotos de todos los platillos estrella, lo cual es un punto a favor que más restaurantes deberían seguir.

Tienen botanas, platos fuertes de sazón japonesa, china, india; pastas de inspiración oriental, arroces, rollos y alguna que otra “regiolada” fusión. Puedes pedir a domicilio también (2116 5635, 2141 0541).

De una vez pedimos las bebidas: una Green Lemonade, que lleva menta y pepino, y una Pink Floyd, que tiene arándanos. Las sirven de muy buen tamaño.



Para botanear probamos los Toritos, que son chiles jalapeños rellenos de camarón y queso crema. Los pides por pieza y van acompañados de salsa agridulce. Están muy ricos, pero cada unidad es sólo medio chile, no estaría mal que te lo trajeran entero.



Ya entrados en hambre pedimos una Pasta “El César”, que es de tallarines con pollo, camarón, champiñones, pimientos y espinacas, en salsa de ostión. Está deliciosa, llenadora y es suficiente razón para regresar.



Del apartado más exótico, nos fuimos por un Indian Chicken, que trae pedacitos ligeramente empanizados con verduras y curry. No está mal, el sabor es muy bueno, el único detalle es que el curry se concentra todo en la salsa, que se va al fondo del plato. Ayudaría revolverlo bien o bañarlo más para homologar mejor el sabor.



Por supuesto, no podían faltar los rollos de sushi, que era a lo que íbamos. Tienen promociones muy atractivas, por ejemplo los rollos fríos y calientes están a 2x89 pesos toda la semana y puedes armar combos.

De los fríos elegimos el South Bellmead, que lleva camaroncitos crunchy y queso crema por dentro, y camarones crunchy spicy y aguacate por fuera.



Del apartado caliente las opciones fueron el Tía Quina, que es de arroz frito, camarón, aguacate, queso crema, capeado con camaroncitos crunchy spicy encima; el Luciano, que tiene salmón, aguacate, queso, capeado con tampico encima; y el Liberata, que es arroz frito con camarón, aguacate, queso, capeado con salsa crunch, salmón y cebollín.





Todos están muy sabrosos, es buen sushi y satisfizo el antojo, aunque se nota mucho el queso crema, no estaría mal añadir más del resto de ingredientes. Para aderezarlos tuvimos que pedir aparte la soya natural (no la con jalapeño que tienen en mesa... una regiolada) y la salsa de anguila.

Sin embargo, algunos rollos venían con básicamente una bola de mayonesa encima, que no sabe nada bien ni le queda al platillo, por lo que es mejor hacer eso a un lado y comerte el rollo. Creo que si eliminan ese ingrediente nadie lo extrañará.

Rockin Sushi es un buen sitio, va empezando y hay espacio para mejorar, pero su sazón es buena y seguramente afinando detalles puede convertirse en un referente del giro para la colonia, donde ya faltaba un buen local de sushi.

Estaremos pendientes, mientras tanto seguiremos... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!....