viernes, 8 de julio de 2016

Azul Restaurant Bar




Av. Pablo Livas 2204, Col. La Pastora, Guadalupe (Dentro del Estadio BBVA de Rayados, entre Puertas 1 y 10,  segundo piso)

Precios: medios a altos (125-250 pesos en promedio, pero algunos cortes de carne en 900)

Horario: Lunes a jueves, de 1:00 pm a 1:00 am; viernes y sábado de 1:00 pm a 2:00 am; domingo de 9:00 am a 12:00 am. (En días de partido abren de 1:00 pm a 4:00 pm, luego cierran hasta después del juego y al terminar reabren hasta las 2:00 am).

facebook.com/azulrestaurantbar

www.azulrb.com

Por Santoku

En la mesa y en la cancha, como buenos Rayados, así se describen en el Azul Restaurant Bar, ubicado en el corazón del Estadio BBVA.



La entrada está algo escondida, sólo hay un letrero discreto junto a una puerta que te lleva a un filtro de seguridad antes de pasar al elevador. En el segundo piso se encuentra el restaurante más futbolero de la ciudad.



El ambiente es tipo bar, pero puedes llevar a toda la familia, como algunos aprovecharon para mostrarle a los niños la estupenda vista de la cancha. La decoración, obviamente, es albiazul, con fotos de los jugadores y camisetas memorables enmarcadas.





Pasemos a la comida. Aquí se especializan, por un lado, en cortes de carne (entre 280 y 990 pesos, según qué pidas), y por otro en mariscos. Hay tacos, tostadas, ceviches, aguachiles, además de bebidas preparadas.

En la mesa te ponen para botanear totopos, que vienen en bolsita que tú mismo abres y sirves. Es un detalle curioso, pero al menos así sabes que no han sido manoseados antes. Los acompaña una salsa molcajeteada picosita, muy buena, que luego usamos para dar más sabor a nuestra cena.

Nos fuimos al apartado de los tacos. Puedes pedir surtido, cada tres te cuestan 125 pesos. Al traerlos nos sorprendió que eran tortillas taqueras amarillas normales, nos pareció poco para el precio.



Ordenamos uno Del Estadio, que es chicharrón de camarón con ensalada de col encima. Los camarones estaban muy sabrosos y crujientes, pero traían muy pocos y, sorpresa, no traía la ensalada de col. Al parecer no tenían, porque a otras personas que también los pidieron tampoco les pusieron, aunque nunca lo explicaron.

También incluimos un taco Portero,  de pulpo marinado con frijoles refritos. Éste sí venía bien rellenito, lo disfrutamos mucho.

El último fue un taco De la Afición, que es de arrachera con queso gratinado, cebolla asada y guacamole. De igual forma la carne estaba perfectamente sazonada y suave, y bien servido. El aguacate venía a un lado.

Con tres tacos obviamente no íbamos a llenar, así que pedimos el empalme Clásico (75 pesos por pieza). Es de arrachera con “frijoles regios”.



Su sabor no es malo, de nuevo la carne es deliciosa, pero los frijoles, aunque ricos, no saben a nada del otro mundo. Viene en tortillas amarillas taqueras también, que se despegan muy fácil y están muy secas, cuando la magia de un empalme es que sude la manteca.

Lo sirven sobre una cama de lechuga picada que no entendemos cuál es su función más allá de ser una ensalada hipersencilla, que estorba algo al comer. Por otro lado, la cebollita encurtida que le ponen encima sí le da un punch bastante sabroso. El plato alargado donde lo sirven se ve excesivo para un solo empalmito.

¿Volveríamos? Sólo si nos invitan, ya que aunque la sazón es bastante buena, las porciones y los precios no los ayudan. Además, al menos en esta ocasión el servicio estuvo medio flojo, éramos un grupo grande y entre los dos meseros se hicieron bolas, uno no sabía qué era cada orden y no atendieron a la primera la petición de una persona de no ponerle frijoles a sus tacos (porque llevan manteca y es alérgica).

Recomendamos: Cualquier platillo que tenga arrachera está delicioso, y el taco Portero tampoco está nada mal.


El Azul Restaurant Bar es un sitio enfocado para los Rayados de corazón. Si quieres ir a comer rodeado de azul y blanco, y de tus ídolos del balón, es para ti, la vista que tienen de la cancha es espectacular. Nosotros, en cambio, seguiremos en busca de lugares que nos dejen... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...


sábado, 2 de julio de 2016

Koto Sushi Bar




Av. Paseo de los Leones 2300, Col. Cumbres Segundo Sector, Monterrey

Precios: medios (alrededor de 200 pesos)

Horario: Lunes a jueves, de 12:00 pm a 11:00 pm; viernes a domingo de 12:00 pm a 12:00 am

facebook.com/kotomty

www.kotomty.com

Por Santoku

Traíamos antojo de sushi y por fin nos dignamos a ir al Koto Sushi Bar de Leones, muy popular entre nuestras amistades.

En este restaurante presumen ser maestros de los rollitos, aunque también ofrecen otros platillos de la cocina japonesa como arroz, tepanyaki, sopas, etc. Además de la sucursal de Cumbres, tienen otras en las zonas de Sendero, Contry y Linda Vista.



La ventaja aquí es que por un solo precio (189 pesos) puedes pedir y pedir todo lo que quieras del menú, salvo algunas excepciones que vienen marcadas, y las bebidas. Es ideal para cuando traes hambre feroz.

Abrimos el apetito con un tepanyaki de res. La porción es pequeña, que en este caso funciona porque la idea es pedir varias cosas. Las verduras tenían buen sabor, bien caramelizadas, aunque la carne podría haber sido más suave. Lo aderezamos con las salsas de anguila, soya y picante que incluyen al centro de la mesa.




También probamos la sopa miso de mariscos, que no está mal. Hubo discusión sobre qué tan picante es, para mí pica rico, sólo lo justo, pero si son sensibles al picante tengan cuidado.



Un arroz veggie completó la orden, que éste sí sabía un poco quemado, nos pareció que le faltaba sazón.



Ahora sí vamos a lo bueno: los sushis. Los tienen fríos, tradicionales, capeados y empanizados.

De los fríos, los elegidos fueron el Fortuna, que lleva camarón, queso, aguacate y cangrejo afuera, y el Luis Miguel que tiene cangrejo, queso, aguacate, masago y salmón por fuera. No nos quejamos, los remojamos en los platitos que proporcionan para servir las salsas.



Del apartado capeado no fuimos por el Chapa, que es de cangrejo, camarón, queso, aguacate y tampico por encima, y el Villarreal que lo hacen con arroz frito y tiene queso , aguacate y camarón tempura. Los devoramos con gusto también.




Añadimos un rollo empanizado, que fue el Maíz, de cangrejo, queso, aguacate, de nuevo cangrejo por fuera y tampico encima. Estaba crujiente y satisfactorio.



¿Volveríamos? Seguramente sí, aunque amistades nos han dicho que si vas con un grupo grande te atienes a que el servicio sea lento. En este caso la atención fue buena y el mesero estaba pendiente de rellenarnos las bebidas en cuanto lo necesitábamos. Es un paraíso gordo para los amantes de la comida japonesa que no sean muy puristas y le den prioridad al hambre sobre la calidad.

Recomendamos: El Maíz roll y el Villarreal roll fueron los favoritos, pero ya que están ahí, pidan de todo, desquiten bien el precio único del “Koto Loco”.

Con el peor mal del puerco en años terminamos nuestra visita al Koto Sushi Bar. Sí queríamos seguir pidiendo, pero quizá no era lo más prudente. Quedamos llenos, satisfechos y alimentados, realmente... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

P.D.: En nuestra visita olvidamos la libreta de apuntes en el lugar, volvimos por ella y nos la devolvieron amablemente, buen punto a su favor habérnosla cuidado. Sin embargo, la hoja donde hacíamos anotaciones para este post misteriosamiente había desaparecido, ¿qué le habrá pasado? (Por fortuna, existe la memoria, las fotos e internet).