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jueves, 19 de noviembre de 2015

Los Falafels




Abasolo 853, Barrio Antiguo, Centro, Monterrey

facebook.com/losfalafels

Precios: baratos (entre 55-75 pesos por persona)

Por Santoku

Dentro de la tendencia vegetariana/vegana, brota una opción más en el Centro de Monterrey, en un local pequeño, acogedor, algo escondido, lleno de plantas: un look muy ad hoc a su giro.




Los Falafels se especializa en el platillo árabe del mismo nombre (bolitas de garbanzo fritas), servido en diferentes opciones como hamburguesas, burritos o pitas.

La hamburguesa de falafel, un platillo tendencia, está muy sabrosa, con su “carne” cocinada al punto. Es un platillo vegetariano, no vegano, pues incluye queso además de cebolla, aguacate, aderezo chipotle y tomate. El único “pero” sería el pan, que se desmoronaba muy fácilmente. La acompañan rodajas de papa sazonadas guisadas en el momento.



El burrito trae pepino y col morada picados, aderezo chipotle y tomate, envuelto en una tortilla de harina que mantiene todo muy bien en su lugar. También viene con papas.



Para aderezar la comida te traen una canastita con catsup, aderezo chipotle, tzatzki (salsa de yoghurt) con picante y salsa de cilantro. Ah, y un botecito de gel sanitizante para que te laves las manos.

Para acompañar los alimentos pedimos unas refrescantes limonadas, una con hierbabuena y otra con fresa, ambas muy sabrosas, sin pasarse de dulces. Si les tomas fotos y la subes a su página de Facebook te dan el refill gratis.




Escondido, pero rico, Los Falafels es una opción sana para comer en una vuelta al Barrio, en una zona donde los hot dogs y las pizzas suelen reinar. Les deseamos mucho éxito.

¡Hasta el próximo corte!...

viernes, 31 de julio de 2015

Comida Árabe. Shawarma y Falafel del Sr. Abbas



Calle Garibaldi, entre 15 de Mayo y 5 de Mayo. Centro, Monterrey.
Sótano de Plaza Garibaldi, al fondo del área de comida.

Precios: muy baratos

Por Santoku

Un día, platicando con una buena amiga en un lugar de comida árabe nuevo, muy comercial, del que quizá ya hayamos hablado en este blog, le comenté lo obsesionado que estaba con el falafel.

Ella me preguntó entonces si conocía el de Garibaldi, y al notar mi ignorancia insistió en que debía probarlo, que no tenía comparación con el que nos estábamos comiendo (muy aceitoso, por cierto).

Para quien no sabe, el falafel son tortitas de puré de garbanzo, cilantro, ajo, cebolla y especias, fritas en aceite. Es típico de la cocina del Levante.

El lugar del supuesto “mejor falafel de Monterrey” está en Plaza Garibaldi, ésa que es refugio de gamers, otakus, fans de comics, raza que juega Yu Gi Oh! y otras tribus emparentadas. Si entras al sótano, al área de comidas, lo encuentras a la derecha casi en la esquina.

Es un changarro muy simple, nada glamuroso. Su nombre no es muy original, tiene un letrero con algo escrito en árabe y luego sólamente: “Comida Árabe. Shawarma y Falafel del Sr. Abbas”.

El mismo señor Abbas, dueño y cocinero del lugar, te atiende personalmente. Te ofrece una variedad de platillos de Medio Oriente entre los que están el falafel y el shawarma de pechuga de pollo (trompo de pollo, poniéndolo en palabras simples).

También hay hojas de acelga rellenas de arroz, kipes (como falafel, pero rellenos de carne o verdura) y los kipes amarillos, receta secreta de Iraq, país natal de Abbas.

Ya que iba con alguien que poco sabía de la comida de Medio Oriente, decidimos probar el platillo árabe, que trae un poco de todo, más papas fritas y aderezo picante o no, según prefieras. Por cierto, si eres vegetariano o vegano, te adaptan los platillos a tu gusto sin problema, hay un letrero que lo anuncia.



Primero, a lo que íbamos: el falafel está exquisito, sabe a carne... ¡sin serlo! Era exactamente lo que estaba buscado, pasa con honores, al menos de lo que yo he probado sí es el mejor de la ciudad.

El shawarma de pollo, que sirven en tortilla de harina, está muy rico, muy bien sazonado y te deja con ganas de pedir otro. Las hojas de acelga también, rellenas de arroz amarillo, algo que no me había tocado ver en la comida árabe. Las papas ésas sí están muy grasosas, pero son lo de menos.

Los kipes, muy sabrosos, rellenos de carne molida, y más el amarillo, que es muy crujiente. Especulamos sobre de dónde vendría el color, si sería harina de maíz, pero según el señor Abbas es una mezcla de cereales y granos especial.

Lo que no nos terminamos lo pusimos para llevar y, ¿por qué no?, incluimos algunos falafeles más para el camino (tres bolitas por ¡5 pesos!).

Me preguntaba, dada su buen sazón, por qué el changarro no es un establecimiento más vistoso, pero según me contó Abbas, tiene clientes diaros, que “no están contentos si no vienen por su comida” (le sugerí incorporar cordero, pero el estilo iraquí es más de pollo, que se vende más y sus comensales ya están acostumbrados).

Incluso en los seis años que tiene ya en Monterrey lo han visitado chefs para preguntarle sus recetas, las cuales se guarda. Un par de perlas de sabiduría culinaria sí soltó: siempre busca ponerle algo diferente a su comida, y entre más tostada y crujiente, más rica sabe.

Definitivamente es un lugar para volver, tanto por la buena comida como por la interesante conversación de su dueño, a ver si un día consigo que me revele el secreto de su sazón.

¡Hasta el próximo corte!...