Av. José Vasconcelos 671 Pte., Col.
Del Valle, San Pedro
Precios: medios (alrededor de 200
pesos, salvo que pidas muchas cosas)
Horario: Miércoles a lunes de 1:00 pm
a 11:00 pm
Facebook: Japanese Restaurant IKKYU
Por Santoku
Esta vez decidimos ir a disfrutar lo
que anuncian como verdadera cocina japonesa en el Ikkyu, en San Pedro,
por Vasconcelos rumbo a Santa Bárbara.
El local está medio escondido, tiene
poco estacionamiento en frente, pero si buscas a la vuelta tienen uno
propio con amplio espacio.
El menú es muy variado, hay desde sushi, platos de arroz, de fideos, sopas, ramen, teppanyaki,
cazuelitas, postres. Opciones no faltan, y puedes armar paquetes.
Además, puedes ver cómo cocinan tu
comida al momento en la barra, si estás cerca de ella.
Pedimos para botanear unos edemames,
que te los sirven muy abundantes en un plato sazonados sólo con sal.
Nada del otro mundo, pero siempre son bienvenidos.
También nos echamos unas brochetitas
Yakitori, que son de pollo asado con salsa de anguila. Vienen dos,
son pequeñas, están muy ricas, pero sólo hacen que te de más
hambre.
Por eso mismo pedimos un Kakiage tempura, para picar entre varios. Éste trae verduras
capeadas, bastante apetecibles. Volaron.
Ya era hora de pasar a los platos
fuertes. Pedimos del apartado de arroces un Maguro Don, que es arroz
gohan (al vapor) con atún fresco bañado en salsa de soya con wasabi
y ajonjolí.
Éste tenía un sabor extraño, que iba
y venía y nunca pudimos identificar de dónde salía. A lo mejor era el
wasabi, quizá habría sido prudente revolver bien el plato primero.
Por otro lado degustamos el Ten Don,
que son camarones capeados, con salsa de anguila sobre la cama de arroz.
En éste los camarones están muy
ricos, pero una vez que te comes los tres que te incluye sólo queda
un plato de arroz con salsa, pierde chiste.
Para llenar probamos los fideos Niku,
en estilo soba (fideos delgados). Llevan carne de res, verduras y
algas.
El caldo está muy sabroso, concentra
todo el sabor de la carne, pero ésta en sí viene en pedazos
pequeños y con muchos nervios.
Pedimos una pasta (Okinomiyaki) de res,
media orden, pero estamos seguros que hubo algún error. Nunca la
encontramos la res, traía hojuelas de pescado, al parecer era la
orden grande y además básicamente sabía a pura mayonesa.
Al final nos quedó un huequito para el
postre, y el elegido fue el pastel de matcha (té verde), con nieve
de lo mismo y jarabe de café encima. Delicioso.
¿Volveríamos? Hasta dentro de un
rato. Se ve que saben lo que están haciendo, pero nos quedaron a
deber con los platillos que escogimos en esta visita. Además nos
tocó un mesero nuevo que estaban entrenando y estuvo claro que se
hicieron bolas con las órdenes, nos trajeron cosas que no eran lo que pedimos y al cobrar había cosas de más por acá
o de menos por allá.
Recomendamos: Estamos seguros que lo
más rico no lo probamos esta vez, pero de esta vuelta nos quedamos
con el Kakiage de verduras tempura, las brochetas Yakitori y el
pastel de matcha.
Interesante experiencia la que vivimos
en el Ikkyu, pero algo faltó. Esperamos que en una visita siguiente
ahora sí nos dejen... al filo de la mesa.
¡Hasta el próximo corte!...
Créditos de fotos: Tony Assad y Al Filo de la Mesa.
Créditos de fotos: Tony Assad y Al Filo de la Mesa.
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