jueves, 8 de junio de 2017

Mustad Burger Joint



1a. Avenida 900, cruce con 26a. Avenida, Local 5, Col. Cumbres 2do Sector, Monterrey

Precios: medios (puedes comer con menos de 200 pesos)

Horario: Sábado a jueves de 7:00 pm a 11:00 pm; viernes cerrado


Por Santoku

Una de nuestras misiones es encontrar “la mejor hamburguesa de Monterrey”. Cuando nos dijeron que en Mustard servían burgers de calidad estilo de cadena gringa, como Whataburger o In And Out, pronto agendamos un día para visitarlos.

Transitaron de una puesto allá por Cumbres Elite a un local pequeño en el Segundo Sector, decorado con fotos y pósters tanto de películas como de escenas de restaurantes. Tienen un par de mesas afuera también. El menú está escrito junto a la caja, aunque aún no se reflejaban los productos nuevos.




Un buen toque es que puedes pedir tus alimentos “con todo” (como usualmente viene servido) o perdirle que retiren ingredientes que no sean de tu agrado. En cada mesa están los botes de la santísima trinidad: mayonesa, catsup y por supuesto, mostaza.



Por una parte probamos la Hamburguesa con Queso y Tocino, doble (115 pesos), y la acompañamos con unas papas con chili y queso, la orden completa (50 pesos), aunque también puedes pedir media. De tomar nos fuimos por una limonada refill.



Se nota que van adaptándose al nuevo local, los vasos eran de plástico tipo fiesta y los hielos te los sirves tú mismo de una hielerita. No es algo malo, al final la bebida está muy buena.

La hamburguesa resultó bastante apetecible, la carne de buen sabor, queso cheddar intenso, verduras frescas, sí da un sabor que evoca las idas al otro lado del charco, pero el “hype” que traíamos nos jugó una mala pasada ya que no fue tan “wow” como nos imaginábamos.



Las papas, ésas sí, muy sabrosas, la carne molida estaba deliciosa (misma mezcla que la hamburguesa) y venían bastante bien servidas, no nos las pudimos acabar.



También probamos algunos platillos nuevos del menú, como la Hamburguesa BBQ, sencilla, (85 pesos) y las Buffalo Ranch Bacon Fries, que como su nombre lo dice trae salsa de alitas, aderezo ranch y pedacitos de tocino, media orden (30 pesos).



Esta burger no estaba nada mal, aunque la salsa barbecue tenía un sabor muy peculiar, más ácido. Además de la carne y el aderezo lleva queso cheddar, tocino y aros de cebolla.

Las papas buffalo nos encantaron, es una muy buena salsa picante y se acompaña bastante bien con el ranch.



¿Volveríamos? Sí, fue una experiencia agradable, la comida es buena, aunque no nos pareció de campeonato. Por otro lado, le vemos bastante potencial a que mejoren y experimenten, y le saquen el mayor jugo posible a su nuevo local.

Recomendamos: La Hamburguesa con Queso y Tocino, acompañada de unas Buffalo Ranch Fries. Vayan con el estómago vacío.

Rodando salimos del Mustard, gustosos de disfrutar unas buenas hamburguesas. Continuamos en la búsqueda de platillos que nos dejen... al filo de la mesa.


¡Hasta el próximo corte!...

miércoles, 3 de mayo de 2017

Muncher House



Av. Eugenio Garza Sada 2408, Plaza Paseo Tec 2, Local 18, Col. Roma, Monterrey

Precios: medios (200 pesos por persona aprox.)

Horarios: Lunes a sábado, de 12:00 pm a 12:00 am; domingo de 12:00 pm a 11:00 pm



Por Santoku

El Muncher se ha vuelto bastante popular para quienes buscan un sitio de “cómida cálida y abrazos fuertes”, en un ambiente relajado y a veces hasta con música en vivo.

Su especialidad es la “comfort food”, ofrece hamburguesas, ensaladas, pastas, sándwiches, etc. Piensen en el Chilli's, pero más raza.

Cuentan con dos sucursales, la original en Paseo Tec 2 y una más en Plaza Fiesta Anáhuac. Nosotros los visitamos en la primera.



Para calmar la sed disfrutamos uno de sus cocteles sin alcohol, el Betabel Rush, que es una mezcla de betabel, piña, romero y hierbabuena. Estaba muy fresco, la combinación está en el punto.



De entrada nos fuimos por unos Cheese Chunks (70 pesos), que son trozos de queso cheddar y mozzarela empanizados, acompañados de salsa de tomate casera y mayonesa con chipotle.



Resultaron muy buenos, crujientes por fuera y calientitos y derretidos por dentro, aunque aguas con llenarse antes de pedir el plato fuerte.

Nos decían que aquí lo bueno eran las hamburguesas, por tanto pedimos dos: la Pacman (139 pesos) y la Cowgirl (124 pesos). Ambas de muy buen tamaño, vienen bien servidas sobre una tabla de madera con papas a la francesa y aderezos.

La primera lleva carne de res, queso cheddar, aguacate, tocino, cebolla frita y salsa bbq. Cada mordida es adictiva, tiene un sabor ahumado que unifica todos los ingredientes.



Ah, y además incluye cheese chunks de acompañamiento (pensamos, erróneamente, que los llevaría dentro de la burger), por si no habíamos llenado con la entrada (no pudimos, los pusimos para llevar).

La otra hamburguesa, la Cowgirl, además de la carne trae lajas de brisket braseado, queso cheddar, aguacate, cebollita y rábanos encurtidos cebolla frita y salsa bbq. Si la anterior estaba rica, ésta es otro boleto, es una explosión de sabores en cada mordida, el brisket es la corona.



¿Volveríamos? Sí, la comida es riquísima y el ambiente es agradable para disfrutar con amigos (hasta el baño tiene sonidos de bosque y pajaritos para “ayudarte”). Sólo les recomendamos ir con tiempo o fuera de horas pico, porque suele haber lista de espera.

Recomendamos: La hamburguesa Cowgirl: no se la van a acabar... lo decimos en sentido figurado, esperamos que sí se la terminen con gusto.

Cálida comida, con sensación de fuerte abrazo, el Muncher nos dejó... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...


jueves, 13 de abril de 2017

El Parcero



Av. Del Estado 317. Col. Tecnológico, Monterrey

Precios: medios-altos (de 100 a 250 pesos por cabeza)

Horarios: martes, miércoles y domingo, de 11:30 am a 10:00 pm; jueves a sábado de 11:30 am a 12:00 am; lunes cerrado.

facebook.com/ElparceroMt

Por Santoku

La “invasión” colombiana del futbol regiomontano da el salto a las cocinas con El Parcero, en la zona Tec, que ofrece platillos típicos en un ambiente de goles y vallenato.

Edwin Cardona, crack de los Rayados, abrió este local junto a su esposa para ofrecer comida de su tierra a paisanos y regiomontanos curiosos como nosotros.

El lugar es 100% futbolero, con banderines de equipos colgando de techo y una pantalla gigante en el exterior donde pasan tanto los juegos de la liga mexicana (obviamente los del Monterrey tienen prioridad) como los del futbol colombiano.



Además, de cuando en cuando un grupo en vivo prende la velada con cumbias y música vallenata, para darle más sabor al sabor.



Pero clavémonos en lo que nos interesa: la comida. ¿Está de gol o fuera de lugar?

Habíamos hecho reservación desde días antes por Facebook, nos habían contestado, pero al llegar nuestro nombre no estaba en la lista. Tuvimos que esperar a que trajeran otra mesa para que nos pudieran sentar. Tardamos más, pero al menos nos resolvieron.

Para beber probamos el jugo de Curuba, que es una fruta que tiene un sabor parecido a la guayaba. Nos lo trajeron en un vaso muy bonito, venía muy fresco y rico, fue algo diferente.



Nuestro plato fue la Bandeja Paisa (250 pesos), que nunca puede faltar en la comida colombiana. Es un platillo surtido que incluye plátano frito, chorizo, carne mechada, aguacate, arroz con un huevo estrellado, arepa, frijoles y una carne a elegir: res, cerdo o chicharrón. Nosotros escogimos el último.

Es un platillo que ya conocíamos, y no sabemos si es porque tenían mucho trabajo por haber futbol y vallenato en vivo, pero no nos satisfizo.



A pesar de que viene bastante bien servido el plato, los frijoles estaban fríos, la carne mechada insípida, y la arepa, que usualmente es hecha con harina de maíz amarillo y es suave, sabrosa y calientita... aquí estaba helada, dura, de masa blanca, de hecho tenía apariencia de una tortilla de maíz gorda y fría.

¿Volveríamos? Por la comida no, nos llevamos una decepción porque hemos probado comida colombiana antes y sabe a amor casero y abrazos;  aquí es todo lo contrario. Quizá volvamos para echarnos unas cheves, ver un partido o escuchar música. El ambiente es una fiesta y la gente es muy cálida, pero la cena dejó mucho qué desear. (Si quieren comida colombiana deliciosa, vayan mejor a este otro lugar).

Recomendamos: Que prueben otra cosa que no hayamos mencionado aquí, capaz y está mejor.

Música cálida, pero alimentos fríos y algo de caos en la organización. Quizá otro día sin tanta fiesta la experiencia sea mejor, por ahora preferimos buscar otro lugar que sí nos deje... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

martes, 7 de marzo de 2017

Robato



Río Amazonas 301B, Col. Del Valle, San Pedro

Precios: medios (comes por aprox. 150 pesos)

Horario: Lunes a jueves de 1:00 pm a 9:30 pm; viernes y sábado de 12:30 pm a 10:00 pm

facebook.com/robatomx

Por Santoku

En nuestras aventuras culinarias hemos probado sushis con varios ingredientes, desde el tradicional pescado, pasando por reinterpretaciones americanas con aguacate, o regioladas con carne asada y trompo. Esta vez, Robato propone una nueva forma de comerlo: en forma de burrito.

Aquí básicamente te preparan un rollo más gordo de lo común, y no lo cortan, sino que te lo sirven envuelto en papel aluminio como si fuera un taco gigante.


Puedes elegir alguna de las propuestas que tienen, o armar el tuyo personalizado, eso sí, los ingredientes son los tradicionales, nada de frijoles, guisados o salsas (cuando oímos hablar de “sushiburrito”, en un principio creíamos que sería un rollo de arroz con contenido mexicanón).

Tienen dos opciones: empanizado (139 pesos) o fresco (129 pesos). Nosotros escogimos esta última.

Para rellenar hay verduras como lechuga, tomate, aguacate, zanahoria, col morada, cebolla encurtida, pepino encurtido, edemames, incluso mango. Y en las proteínas tienen pollo teriyaki, salmón, atún, camarones o tofu; te incluyen dos.




Además puedes agregar algún crunch como furikake, ajonjolí o pedacitos de tocino.



Armamos dos rollos, uno con pollo teriyaki y atún, y otro con salmón y atún. Los ingredientes saben frescos, pero lo más importante es que el arroz y las algas tenían excelente sabor y consistencia, y ésa es la base de un buen sushi. El “burrito” no se te desmorona con la primera mordida, que era uno de nuestros miedos.





Para acompañarlo tienen varios aderezos, nuestros favoritos fueron el Robatioli, el Manwasabi y el Ondori.




De beber tienen refrescos y bebidas embotelladas, algunas japonesas de importación, aunque algo caras.

¿Volveríamos? Sí, la experiencia fue agradable, y queda la espinita de probar la versión empanizada, que de seguro es deliciosa. Usualmente somos puristas en cuanto al sushi, pero ya que cambiaron la presentación, creo que sería válido en este caso ponerse locos con los ingredientes, estaría genial si incluyeran más opciones, incluso tropicalizadas.

Recomendamos: Nos gustó la combinación de salmón y atún aliñados. Sean creativos.

Domo arigato, Mr. Robato, nos dejaste... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

jueves, 2 de marzo de 2017

Figaro's Pizza & More



Av. Paseo de los Leones 2111, Col. Cumbres 2° Sector, Monterrey

Precios: bajos-medios (puedes comer por menos de 100 pesos, si no traes tanta hambre)

Horario: Domingo a jueves de 12:00 pm a 10:00 pm; viernes y sábado de 12:00 pm a 11:00 pm

facebook.com/Figarosmx

figaros.mx

Por Santoku

Directo de Oregon, USA, aterriza en Monterrey la franquicia de Figaro's, que ofrece pizzas hechas con ingredientes frescos y de calidad, en el sector Cumbres.

Además del platillo estrella, que ofrecen en tres tamaños: 12, 14 y 18 pulgadas, también tienen pastas, ensaladas, alitas, papas, entre otros complementos.

Fuimos a comer al local, donde muy amablemente la sonriente cajera nos atendió. El menú está arriba, pides en el mostrador y te lo llevan a la mesa.



Pedimos el Mama's Combo, que incluye una rebanada de pizza, complemento, y un refresco refill, por 135 pesos.



Por la hora que fuimos, ya de noche, sólo tenían disponibles para restaurante las pizzas que estaban en la barra, así que elegimos una Chicken Bacon Ranch, y para acompañar un Spaghetti and Meatballs.

Esta pizza es del apartado Premium (55 pesos rebanada; entre 169 y 399 pizza entera), y lleva una base de salsa ranch con queso mozzarella y parmesano, y encima jamón, pollo, tomate fresco picado, tocino y perejil. Está gordita, llenadora y sensacionalmente suculenta, aquí el ranch lo es todo.



La sazonamos con los aderezos de la mesa: salsa picante, chile en polvo y queso parmesano. Tienen a disposición más salsas (buffalo, ranch, mostaza, catsup, etc.) que el mesero hizo bien en ofrecer, pero no estaría mal que, si las tienen, pongan una barra donde estén a la vista para usarlas.

El espagueti por su parte también estaba muy rico, con salsa de tomate espesa y de fuerte sabor, y la albóndiga jugosa, sazonada a la perfección; la mezcla de carne es muy buena.



Eso sí, sólo traía una bolita, suponemos que por ser versión complemento, quizá el plato completo incluya más, pero ayudaría de perdido agregarle una albóndiga más. Ah, y la servilleta sobre la que lo sirven no ayuda mucho a comer, aunque no se deshaga, pero agradeceríamos un plato más firme, incluso uno desechable que no sea de canastita.

La otra opción para cenar fue un Papa's Combo (145 pesos), que incluye dos rebanadas y refresco refill.

Aquí probamos la Clásica, del apartado Premium, que trae champiñones, aceitunas negras y salchicha italiana. Como su nombre lo dice, es una mezcla que siempre funciona, muy rica, con queso abundante.



La otra elegida fue la Hawaiian, también Premium, que es la típica de jamón y piña con un toque de aceite de oliva.



Nosotros somos #TeamPizzaConPiña y nos pareció suculenta, el único comentario es que en lugar de trozos, lleva una rebanada completa de piña al centro, que hace que se vea muy bien, pero preferiríamos que el sabor se concentrara a lo largo y ancho de toda la rebanada.

Aún teníamos hambre, así que ordenamos una más, ahora la Popeye and Olive Oil, del apartado Básico (40 pesos rebanada, entre 149 y 299 la pizza entera).



Ésta tiene una base de aderezo ranch, quesos mozzarella y parmesano, tomates rebanados, espinaca, queso feta y ajo. Es deliciosa, con un sabor muy sencillo y rico, aunque también nos hubiera gustado que el tomate en lugar de ser sólo un par de rebanadas al centro estuviera mejor distribuido.

¿Volveríamos? ¡Claro! Ya tenemos nuevo lugar de pizza favorito, mientras no lo desbanquen. Son deliciosas, llenadoras, adictivas y originales. Podríamos comer ahí a diario, aparte nos atendieron muy bien. Solamente se extraña un poquito la opción de armar tu pizza, que no tienen. Pidan también a domicilio: 1344-2767.

Recomendamos: De lo que comimos esta vez, nos quedamos con la Chicken Bacon Ranch, pero experimenten y prueben todas.

Esta vez en Figaro's sí quedamos llenos, satisfechos y completamente... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

P.D.: Pedimos disculpas por las fotos de las pizzas mordidas... ¡no nos aguantamos!

sábado, 25 de febrero de 2017

Chick'n Outlet




Av. José Alvarado 2568, Col. Villa Florida, Monterrey

Precios: baratos (puedes armar un muy buen paquete por menos de 100 pesos)

Horario: Miércoles a domingo de 12:00 pm a 3:00 pm

facebook.com/ChicknOutlet

Por Santoku

Cuando pensamos en pollo frito, la mayoría no salimos del que hace el coronel o del que tiene nombre de iglesia, ambas cadenas gringas muy arraigadas.

Pero el Chick'n Outlet ofrece todo el sabor de la cocina sureña de Estados Unidos, para ser exactos la cajún de Lousiana, desde una propuesta totalmente regiomontana.



Este local pequeño en la Florida ofrece pollo empanizado en piezas, en tiritas, papa entera o en puré, muffins, todo con el sabor especiado del cajún, en formato exclusivamente para llevar, listo para comer.



Y les va bastante bien, se acaba; hasta los camioneros urbanos se detienen puntuales a que les pasen su comida del día.

Puedes armar tu paquete al gusto, todo se cobra de manera individual, con: tiras (10 pesos), tiras especiales (13 pesos), piernas (12 pesos), muslos (14 pesos), puré (10 pesos), papa rellena de queso y jalapeño (10 pesos), ensalada de col (10 pesos), o muffins (6 pesos).



Pedimos casi de todo, pero como llegamos ya cerca del cierre, de las piezas sólo quedaban muslos.

La primera mordida es una experiencia, ya que no sabe a otro pollo que hayamos probado en Monterrey, sí se nota mucho la mezcla de especias, están presente a lo largo de cada bocado. El empanizado es abundante y crujiente, pero suele haber más de éste que de la carne, que está cocinada al punto correcto.



Las tiras de pollo están suculentas, crujientes, con el mismo sabor de empanizado, pero obviamente más fáciles de comer que una pieza con hueso. Te incluyen aderezos que pueden ser ranch, bbq o buffalo... este último fue nuestro favorito, es súper adictivo.



Ah, pero también están las tiras especiales, que están envueltas en queso y tocino, todo frito, es una delicia de gordos nivel master genius.

El puré de papa trae mucho gravy, muy sabroso, nada nuevo, está al nivel del que sirve el coronel.



La ensalada de col tiene su toque personal, es una muy buena mezcla de repollo con zanahoria, bien trituradas y mezcladas y con buen balance de sabor. No es tan lechosa como otras y se agradece.



Para cerrar, los muffins de mantequilla, aunque pequeños, dan un toque agradable para el postre. Pruébenlos con el gravy del puré de papa, es muy buena combinación.

¿Volveríamos? Sí, vale la pena la vuelta, muy buen sabor y precio, y comes como rey. Pero lleguen temprano, cuando está recién hecho, y no tarden mucho en ir a casa para comerlo calientito, no sean como nosotros que tuvimos que recalentar.

Recomendamos: El sazón en todas las presentaciones de pollo es igual, pero por comodidad preferimos las tiras, clásicas y especiales, con aderezo buffalo. Pero prueben de todo.




Buena comida, llenadora, propuesta diferente, Chick'n Outlet nos dejó totalmente... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

martes, 21 de febrero de 2017

Ikkyu




Av. José Vasconcelos 671 Pte., Col. Del Valle, San Pedro

Precios: medios (alrededor de 200 pesos, salvo que pidas muchas cosas)

Horario: Miércoles a lunes de 1:00 pm a 11:00 pm


Por Santoku

Esta vez decidimos ir a disfrutar lo que anuncian como verdadera cocina japonesa en el Ikkyu, en San Pedro, por Vasconcelos rumbo a Santa Bárbara.

El local está medio escondido, tiene poco estacionamiento en frente, pero si buscas a la vuelta tienen uno propio con amplio espacio.



El menú es muy variado, hay desde sushi, platos de arroz, de fideos, sopas, ramen, teppanyaki, cazuelitas, postres. Opciones no faltan, y puedes armar paquetes.

Además, puedes ver cómo cocinan tu comida al momento en la barra, si estás cerca de ella.



Pedimos para botanear unos edemames, que te los sirven muy abundantes en un plato sazonados sólo con sal. Nada del otro mundo, pero siempre son bienvenidos.




También nos echamos unas brochetitas Yakitori, que son de pollo asado con salsa de anguila. Vienen dos, son pequeñas, están muy ricas, pero sólo hacen que te de más hambre.



Por eso mismo pedimos un Kakiage tempura, para picar entre varios. Éste trae verduras capeadas, bastante apetecibles. Volaron.



Ya era hora de pasar a los platos fuertes. Pedimos del apartado de arroces un Maguro Don, que es arroz gohan (al vapor) con atún fresco bañado en salsa de soya con wasabi y ajonjolí.



Éste tenía un sabor extraño, que iba y venía y nunca pudimos identificar de dónde salía. A lo mejor era el wasabi, quizá habría sido prudente revolver bien el plato primero.

Por otro lado degustamos el Ten Don, que son camarones capeados, con salsa de anguila sobre la cama de arroz.



En éste los camarones están muy ricos, pero una vez que te comes los tres que te incluye sólo queda un plato de arroz con salsa, pierde chiste.

Para llenar probamos los fideos Niku, en estilo soba (fideos delgados). Llevan carne de res, verduras y algas.



El caldo está muy sabroso, concentra todo el sabor de la carne, pero ésta en sí viene en pedazos pequeños y con muchos nervios.

Pedimos una pasta (Okinomiyaki) de res, media orden, pero estamos seguros que hubo algún error. Nunca la encontramos la res, traía hojuelas de pescado, al parecer era la orden grande y además básicamente sabía a pura mayonesa.



Al final nos quedó un huequito para el postre, y el elegido fue el pastel de matcha (té verde), con nieve de lo mismo y jarabe de café encima. Delicioso.



¿Volveríamos? Hasta dentro de un rato. Se ve que saben lo que están haciendo, pero nos quedaron a deber con los platillos que escogimos en esta visita. Además nos tocó un mesero nuevo que estaban entrenando y estuvo claro que se hicieron bolas con las órdenes, nos trajeron cosas que no eran lo que pedimos y al cobrar había cosas de más por acá o de menos por allá.

Recomendamos: Estamos seguros que lo más rico no lo probamos esta vez, pero de esta vuelta nos quedamos con el Kakiage de verduras tempura, las brochetas Yakitori y el pastel de matcha.

Interesante experiencia la que vivimos en el Ikkyu, pero algo faltó. Esperamos que en una visita siguiente ahora sí nos dejen... al filo de la mesa.

¡Hasta el próximo corte!...

Créditos de fotos: Tony Assad y Al Filo de la Mesa.