Calle Platón Sánchez Sur, 226, Centro, Monterrey.
Precios: baratos-medios (100-150 pesos)
facebook.com/novenoelefante
Por Santoku
Aunque está medio escondido, Noveno Elefante es una referencia obligada para los amantes de la cocina vegana en Monterrey.
Por fuera parece una simple casa, pero la calcomanía del elefante te indica que adentro te esperan. El local llama la atención por los cuadros, todos de elefantes, pintados por varios artistas locales, y sus muebles hechos de tarimas.
También por las bicicletas amontonadas en la entrada y los perritos que te dan la bienvenida, pues además de ecológicos son “pet friendly” (aunque me gustaría ver qué pasa si a alguien se le ocurre llevar un gran danés...).
Además de restaurante, suelen organizar eventos culturales como lecturas de poesía, presentaciones de música y talleres.
Para comer hay hamburguesas, burritos, tacos, enchiladas, enmoladas, nachos... todo versión “sin productos animales”. Y los domingos sirven pizza, que anteriormente probamos y es deliciosa.
Esta vez pedimos una hamburguesa con “carne” de col y lentejas. No le pide nada a su contraparte clásica, su sabor es excelente. Puede ser sencilla, en combo con gajitos de papa, especial con mortadela vegana, o doble.
Otras opciones de “carne” para la burger pueden ser soya con avena, frijol con jengibre, betabel con zanahoira y arroz con mole.
Pedimos también un burrito de soya estilo bistek, y éste es enorme, muy bien servido con lechuga, tomate, frijoles y arroz adentro.
Para acompañarlo ordenamos aparte unas papas con “cheddar” picante, éste es más bien una crema de verduras, no esperen que sea como queso, pero igual está muy rico.
De postre se nos antojaba un pastel de café con menta, que nos han recomendado bastante, pero estaban en proceso de mejorarlo, por lo que nos contentamos con polvorones de nuez y galletas de brownie de chocolate, que te entregan en bolsitas por si las prefieres para el camino.
Fue un rato muy agradable el que pasamos en Noveno Elefante, dan ganas de volver, su propuesta nos mantuvo... al filo de la mesa.
¡Hasta el próximo corte!...
De verdad cada que paso por esa calle llendo desde Colón (por las vías del metro) me da curiosidad, ahpra con ese restaurantito cerca, tengo la convicción de encontrarlo y entrar aunque no sea vegana y me caguen un poco quienes lo hacen por moda y no por ellos mismos, pero las opciónes que probaron suenan muy deliciosas y sin carne. Extraño pero rico yeah
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